Llueve. Hace frío. El cielo está nublado. No se aprecia ni un rayo de sol. La calle está llena de charcos que reflejan la oscuridad del día. Parece tarde.
A mucha gente, la lluvia le transmite tristeza, angustia. No salen de sus casas. Es más, la gran mayoría baja la persiana o para no ver la lluvia, o porque se manchan los cristales. No lo entiendo.
Amo la lluvia. Adoro ver cómo la ventana se llena de gotas de agua que corren a toda prisa, como si fuera una carrera. Tocar el cristal y sentir que el frío me recorre todo el cuerpo. Me encanta salir a la calle y mojarme. Correr bajo la lluvia. Chapotear en los charcos.
¿Pero sabes lo que me gustaría más? Pasarme horas y horas junto a ti. Cogidos de la mano. Abrazados. Viendo llover. Besándonos. Siendo las personas más felices del mundo. Solos, tú y yo.