Me vino a la cabeza una expresion que habia leido en alguna parte: "El corazón quiere, lo que el corazón desea". No recordaba de dónde procedía, pero quien lo hubiera escrito había acertado de lleno. Si él era una enfermedad, entonces yo no quería curarme. Si la atracción que sentía por él constituía un delito que tal vez podría merecer un castigo, que así fuera, que cayera sobre mí, no me importaba.