miércoles, 2 de enero de 2013

Be awesome to me?

"Año nuevo, vida nueva." Una vez más, la frase más usada por todas las personas cada vez que comienza un año. A ésta, le siguen otras como "Este va a ser mi año.", o "este año va a ser mejor que el anterior." Tampoco falla "espero que este año se porte bien conmigo."

Como una rutina no está mal, pero ¿realmente pensamos que porque haya comenzado un año nuevo implica que nuestra vida cambie de un día para otro? ¿Todavía creemos que por llevar ropa interior de color rojo, una pulsera roja o por comer las doce uvas vamos a empezar el año con buen pie? Estamos totalmente equivocados. ¿Qué pasa, que el leñador no mueve ni un solo dedo sino que es el hacha la que trabaja? ¿Cómo podemos pretender que nuestro entorno mejore, o lo que es peor, nosotros mismos si lo único que hacemos es hablar, hablar, sin hacer nada? Qué inocentes y qué poco realistas nos hemos vuelto. 

Por ejemplo, ¿las cuentas pendientes también las va a arreglar el 2013? ¿O nosotros? Seguro que dejamos atrás muchas cosas. Recuerdos, personas desconocidas que acabamos conociendo, y amigos de toda una vida que resultaron ser extraños, lugares alegres, lugares tristes. De una manera o de otra, no podemos hacer borrón y cuenta nueva. O sí... El problema está en si somos capaces de empezar esa "vida nueva" con todo lo que llevamos a nuestras espaldas esperando a que se disuelvan o solucionen los problemas por arte de magia. 

"Que aunque el destino esté marcado no lo está el por venir." Nosotros somos los dueños de lo que vendrá. Si queremos mejorar, tenemos que actuar. Si queremos que este año sea mejor que el anterior, tenemos que actuar. Si queremos que el pasado no nos persiga, tenemos que actuar. Porque las acciones son lo que nos define, y depende de nosotros ser felices con lo que tenemos, o infelices por lo que no tenemos.
Tú eres tu propia cruz, no lo olvides.