Muchas son las personas que sueñan, que idean; pero muy pocas las que se atreven y dan el paso para que todo lo que han soñado e ideado pase a ser una realidad.

Creemos que el verbo arriesgarse va ligado al verbo equivocarse. Por esa razón no nos atrevemos a dar ese paso.
¿Pero sabes cuál es el problema? Que a pesar de tener la certeza de que no nos vamos a equivocar yendo a lo fácil, nunca sabremos 'qué habría pasado si...'
Porque a veces el dar un paso hacia el frente, el decir voy a arriesgarme, te puede cambiar todo. Y es ahí cuando empiezas a darte cuenta de que muchas veces merece la pena arriesgarse. Ya no sólo por ti, sino también por las personas a las que quieres, esas personas por las que darías todo y más.