Dos palabras, ocho letras. Fáciles de escribir, fáciles de pronunciar, difíciles de sentir, pero aún más de decir.
A lo largo de nuestra vida decimes miles y miles de palabras, muchas de las cuales las estamos repitiendo constantemente. Pero si nos parásemos a pensar, ¿cuántas veces decimos 'te quiero'? No digo el 'te quiero' que se dice para salir del paso, a ese que sale de la cabeza. Me refiero al sentimiento de querer realmente a una persona. El necesitarla constantemente. Me refiero al 'te quiero' que sale del corazón. Creo que la respuesta es: muy pocas veces. Y constantemente me pregunto el por qué.
¿Por miedo? ¿Por parecer menos fuerte? Me parece una estupidez. Cuando quieres a alguien, te sientes la persona más feliz del mundo. Cuando quieres a alguien, es así. No hay remedio. La quieres pese a todo. Y si tenemos la oportunidad de gritarlo a los cuatro vientos no entiendo por qué no lo hacemos.
Sí, me considero una de esas personas que nunca, nunca lo dicen. Y lo peor de todo es que soy muy consciente de ello. Si analizo las palabras que digo en un día, en una semana o en un mes, estoy totalmente segura que en menos del 1% de las veces he dicho 'te quiero'. Incluso puedo llegar a decir que la cantidad de veces que se lo he dicho a una persona a la cara a lo largo de mi vida son tan pocas, que no merece la pena contarlas. Pero que no lo diga, no significa que no lo sienta. Es más, de una manera o de otra, lo intento expresar. De lo que sí estoy totalmente seguro es de que algún día, no muy lejano, lo empezaré a decir.
No nos olvidemos que hay muchos modos de querer. Pero tienen algo en común: todos y cada uno de ellos salen del corazón.