Hola Sergio.
Aunque parezca raro, si te soy sincera no sé cómo empezar. No sé cómo comenzar a agradecerte, a contarte, a pedirte. Sí, quiero darte las gracias, contarte cosas que nunca te he dicho y, aunque parezca egoísta, también me gustaría pedirte alguna que otra cosa.
Supongo que como "escritora" debo ir por orden, y tal y como he planteado lo que voy a escribir en el párrafo de arriba, lo primero que tengo que hacer es darte las gracias. Y así aprovecho y te cuento lo que te tengo que contar.
Sí, gracias Sergio. Parece lo típico, lo que todo el mundo dice. Pero te aseguro que es mucho más que una palabra con siete letras. Todas y cada una de las veces que te doy las gracias me repites la misma frase: 'dáselas a quién se las merezca'. A lo que yo te respondo: ‘tú te las mereces’. Tengo la sensación de que en ningún momento te he dicho por qué te las doy a ti, por qué te las mereces, y creo que es hora de ello.
Eres una persona súper especial. No eres igual a las demás. Eres alguien increíble Sergio. Te preocupas por todo el mundo. Intentas hacer todo lo que está en tu mano, y una vez que lo consigues, vas por más. Estás ahí cada vez que necesito a alguien, cada vez que te necesito. Cuando estoy mal, cuando no me siento feliz. Aún sin haberte contado lo que me pasa, la razón que hace que esté así; tú estás ahí. En seguida sabes que no estoy bien. Tú eres una de esas pocas personas que hacen que mi mundo sea diferente, sea mejor. Es una cursilada, pero es la verdad.
No sabes cuánto has hecho por mí. No te puedes hacer una idea de todo lo que me has ayudado. Si te digo la verdad, nunca pensé que fueses a llegar a ser alguien tan importante en mi vida, pero por cosas del destino, aunque no es que crea mucho en él, ahora eres una parte indispensable de ella. Pensar en eso me hace sentir un escalofrío que me recorre todo el cuerpo, de los pies a la cabeza. Te debo muchísimo, y estoy totalmente segura de que de una manera o de otra, pagaré mis deudas.

Ah, pensé que se me olvidaba. Estoy segurísima de que tengo que darte las gracias por dos cosas más: gracias por cuidar de esa personita a la que amas tanto. Me hace muy bien verles sonreír cada vez que están juntos, cada vez que se miran. Y gracias por hacer que sea más feliz junto a ese individuo tan especial para ambos, ignoras lo que es esto para mí.
Sé de sobra que me quedo corta y que tengo que agradecerte por muchísimo más, pero tres palabras me bastan para resumirlo: gracias por existir.
Mientras escribo esto, escucho una canción. Vale, es normal que yo escuche música, pero he de decirte que esta no es una canción cualquiera. “No matter where we are. No matter just how far are paths may lead […] we’re invincible” ¿Te suena? El motivo por el que la escucho es bastante simple: gracias a ti me siento invencible, ¿y sabes por qué? Porque tú eres invencible.
Por último y no menos importante, quiero que hagas algo por mí. Puede parecer absurdo, puede parecer un poco disparatado, pero para mí es esencial: SERGIO, HAZME EL FAVOR ANDA Y NO TE VAYAS NUNCA.