
Pues ahí estás tú. En una esquina de ese baúl. Te quejarás. Ocupas un lugar en él. Con esto quiero decirte que sigues ahí, que nunca te has ido y dudo que lo hagas. Pero que ya no eres una parte importante de mí, simplemente un vago recuerdo. No te niego que no sienta nostalgia cada vez que recuerdo los momentos que pasamos juntos, las tardes abrazados en el banco. Pero lo que sí te puedo asegurar que el escalofrío que sentía cada vez que te veía, cada vez que escuchaba tu voz ha desaparecido. Y eso sólo puede significar una cosa y creo que sabes perfectamente cuál es.
Carla Darias.